México elige presidenta pro-trabajadores, primera mujer en ocupar el cargo
En junio, México celebró elecciones federales, estatales y locales. Claudia Sheinbaum, quien había sido alcaldesa de la Ciudad de México, fue elegida la primera mujer presidente del país. Su partido, Morena, también obtuvo mayoría en ambas cámaras de la legislatura y ganó en muchos otros niveles.
Sheinbaum se ha comprometido a continuar con las reformas progresistas que ha implementado el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, conocido popularmente como AMLO. Estos incluyen mejores derechos en el lugar de trabajo, requisitos para elecciones sindicales democráticas y el fortalecimiento de las redes de seguridad social, como reformar el sistema de pensiones para apoyar mejor a los trabajadores de bajos ingresos cuando se jubilen. Antes de ser política, Sheinbaum fue ingeniera ambiental y se comprometió a combatir el cambio climático y abordar sus efectos. Un área que necesitará su atención es la crisis del agua que ha dejado a millones de residentes de la Ciudad de México sin este vital líquido; y en otros lugares deja a la gente sin agua mientras se riegan cultivos.
El partido de Sheinbaum, Morena, es un partido relativamente nuevo, formado a partir de una coalición de muchos partidos y grupos progresistas, no una organización independiente. Su nombre en español, Movimiento Regeneración, significa “Movimiento de Regeneración Nacional”. Uno de los principales objetivos del partido ha sido abordar la pobreza deshaciendo las políticas económicas neoliberales que han permitido que florezcan las ganancias corporativas a expensas de la clase trabajadora.
Líderes del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), un sindicato mexicano independiente y estrecho aliado de la UE durante tres décadas, comentaron después de las elecciones que llevará tiempo lograr el amplio trabajo necesario en México para transformar las vidas de los trabajadores. “Sin embargo”, señalaron, “es necesario señalar que las políticas implementadas por el gobierno de AMLO se encaminaron por el camino correcto: incrementos al salario mínimo, apoyos sociales a grupos desprotegidos, desarrollo de infraestructura. Estos han permitido ir abatiendo gradualmente los altos índices de pobreza que han persistido en el país y la mayoría de la sociedad mexicana expresada en las urnas no solo el apoyo a estas políticas, sino su deseo de que estas continúen y se profundicen, tal cual lo ha planteado Claudia Sheinbaum dentro de su plataforma de gobierno”.
El FAT señala que hay mucho trabajo por hacer para mejorar las condiciones de los trabajadores en la construcción y la agricultura, así como en la economía informal, donde el trabajo sigue siendo precario y con muchas violaciones de la legislación laboral (cuando se aplica). También esperan un mayor presupuesto para el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral que supervisa las elecciones sindicales.
Los candidatos afiliados a Morena ganaron seis de las nueve elecciones para gobernador, abiertas en 2024, incluso para el estado de Ciudad de México. La reemplazante de Sheinbaum como alcaldesa de la Ciudad de México será Clara Brugada, también de Morena. Brugada había sido alcaldesa de Iztapalapa, municipio de la Ciudad de México, donde trabajó en mejorar el alumbrado y completar una línea de transporte público.
Los líderes del FAT son conscientes del trabajo que debe continuar y seguirán siendo críticos con las políticas que requieren atención, pero están entusiasmados con “el triunfo de la hoy presidenta electa Claudia Sheinbaum como un hecho que marcará un punto de partida en México”.
Sucedió de esta manera
Al finalizar su mandato de seis años, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO), que está a favor de los trabajadores, es tan popular que su sucesor fue elegido con más del 58 por ciento de los votos. El analista político Juan David Rojas dijo a The Guardian: “Siempre se habla de la popularidad de AMLO como algo inexplicable. Pero es muy simple: hace cosas que les gustan a los mexicanos”.
Quizás por eso los políticos estadounidenses están tan interesados en construir un muro fronterizo: para evitar que ideas “locas” como esa se extiendan a la política estadounidense.