El 28 de julio, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés) contó los votos de una elección sindical realizada para aproximadamente 200 trabajadores en la firma de servicios legales Hudson Institute for Process Research (HIPR). Todos menos uno de los trabajadores votó por UE.

La historia de los trabajadores de Hudson es una historia de perseverancia de trabajadores valientes frente a la infracción desenfrenada de la ley por parte de su empleador. Los trabajadores de Hudson, que preparan documentos legales para ayudar en casos de inmigración, se acercaron por primera vez a la UE para organizarse antes de la pandemia de COVID-19. Los trabajadores se quejaron de los bajos salarios y de un sistema de bonos que era tan complicado que nadie podía entender cómo funcionaba. La carga de trabajo se había vuelto onerosa y la atención médica que ofrecía su empleador era tan costosa que pocas personas la usaban.        

En ese momento, la compañía operaba desde oficinas en persona en Pittsburgh, Chicago, Ann Arbor, MI y varias ubicaciones más pequeñas. Cuando llegó la pandemia, el comité organizador de la UE organizó una petición exigiendo la posibilidad de trabajar desde casa. Esa petición, y una subsiguiente que exigía la extensión de la póliza, tuvieron éxito. Los trabajadores continuaron ejerciendo su poder colectivo recién descubierto, ganando el derecho a trabajar desde casa de manera permanente, un feriado adicional y un aumento en la contribución de atención médica del empleador del 50 al 70 por ciento.

Con la gerencia ahora contratando trabajadores de todo el país, Hudson se convirtió en la primera campaña de organización completamente remota (y efectivamente a nivel nacional) de UE. A pesar de los desafíos que esto presentó, Hudson Workers United pudo inscribir a una gran mayoría de sus compañeros de trabajo y solicitó el reconocimiento sindical en julio del año pasado.

Su empleador respondió con desafíos legales frívolos que retrasaron la elección hasta fines de diciembre, y luego impidieron que la NLRB contara las boletas hasta julio pasado, más de un año después de que los trabajadores solicitaron representación.

Mientras tanto, los dueños de Hudson, Victoria Claire Chen y su esposo, Winston Shay (también conocido como Bing-Yu Hsieh) se lanzaron a la represión sindical ilegal, despidieron a los líderes de UE y transfirieron el trabajo a compañías ficticias en un intento de evadir el sindicato.  Muchos trabajadores de Hudson también han presentado demandas por robo de salarios contra la empresa.

Mientras aún esperaban su elección, Hudson Workers United grabó un video para la 77.ª convención de UE, que se llevó a cabo virtualmente el otoño pasado. “Trabajamos muchas horas, a menudo más de cuarenta horas a la semana, para asegurarnos de satisfacer las necesidades de inmigración de nuestros clientes”, dijo Maddie Cupak. “Nos gusta lo que hacemos y nos enorgullecemos de nuestro trabajo, pero creemos que todos los trabajadores merecen una voz en el trabajo”, agregó Charlie Miller.

En mayo, los trabajadores viajaron a Chicago para recoger las oficinas de la firma en el centro de Chicago. Con carteles que decían "Los bufetes de abogados NO deben infringir la ley" y "Cese y desista de la represión sindical", los miembros de Hudson Workers United exigieron que la empresa reintegre a los trabajadores que han sido despedidos ilegalmente y resuelva los cargos de robo de salarios y prácticas laborales injustas que los empleados han presentado contra la empresa.

“Estamos cansados ​​de las represiones sindicales ilegales que ocurrieron durante el último año, así que decidimos llevarles la lucha y mostrarles lo fuertes que somos”, dijo el líder de HWU, Switz Castro.

A los trabajadores se unieron los concejales de Chicago Michael Rodríguez y Andre Vásquez, y también recibieron el apoyo del congresista Jesús “Chuy” García, aliado de UE desde hace mucho tiempo, quien estuvo representado por un miembro del personal y publicó un mensaje de apoyo en las redes sociales más tarde ese día. “Como exasistente legal, sé que puede ser un trabajo agotador”, dijo. “Los asistentes legales de Hudson Legal han dicho alto y claro que quieren un sindicato. Un bufete de abogados de todos los lugares debe saber que el derecho a organizarse es la ley del país. ¡Me uno a Hudson Workers United en su llamado para poner fin a las represalias!”.

Mientras UE era formalmente certificada por la NLRB el 15 de septiembre, y el sindicato espera una decisión respecto a la infracción de la ley por parte del empleador, Hudson continúa con sus violaciones a la ley laboral. “A lo largo de esta campaña, la junta laboral ha sido frustrantemente lenta”, comentó Mark Meinster, Director de Organización de UE. “A pesar de los primeros indicios de que la junta laboral de Biden podría tomar más en serio las violaciones de la ley laboral, en esta campaña no estamos viendo muchos cambios”.

A pesar de la lentitud de la junta laboral, UE continúa ejerciendo presión directa sobre el empleador, comprometiéndose con grupos en las grandes universidades donde Hudson obtiene la mayoría de sus clientes: académicos extranjeros e investigadores en situaciones similares que buscan obtener la residencia permanente en los EE. UU. Las prácticas de gestión de la empresa han generado una condena generalizada de la comunidad académica, con sindicatos y organizaciones estudiantiles que representan a profesores y estudiantes graduados que se pronuncian en contra de la empresa en campus que incluyen la Universidad de Colorado, la Universidad de Chicago, Rutgers y la Universidad de Illinois Chicago, entre otros.