Sindicatos Chilenos Celebran Nuevo Presidente Pro Trabajadores
El domingo 19 de diciembre, el pueblo trabajador de Chile eligió decisivamente a un nuevo presidente, Gabriel Boric, quien prometió luchar contra “los privilegios de unos pocos” y deshacer el legado de derecha y “libre mercado” del dictador Augusto Pinochet.
La central obrera Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT), que respaldó a Boric en noviembre, lo felicitó por su victoria [1], elogiándolo por su compromiso con los trabajadores. La presidenta de la CUT, Silvia Silva, señaló que Boric apoya elevar el salario mínimo por encima de la línea de pobreza y prometió reunirse con representantes de los trabajadores dentro de los primeros cien días de su administración para discutir un plan de creación de empleo.
Boric, de 35 años, será el presidente más joven de la historia chilena moderna y uno de los más jóvenes del mundo. Líder de las protestas estudiantiles de 2011 que exigían educación gratuita, ingresó al Congreso de Chile en 2013 como uno de los primeros congresistas que no provenía de los dos partidos establecidos.
La elección les dio a los votantes chilenos una opción clara: el oponente de Boric, José Antonio Kast, estaba estrechamente relacionado con la dictadura de Pinochet, en la que su hermano se desempeñó como ministro de trabajo y presidente del banco central del país. Durante la campaña, Kast expresó su admiración por Pinochet e hizo campaña en una plataforma de "ley y orden" y demonizando a los inmigrantes.
Pinochet llegó al poder en 1973 en un golpe militar respaldado por Estados Unidos. Reprimió brutalmente a los sindicatos y a los opositores políticos, privatizó los servicios públicos, incluido el sistema de jubilación del país, y, en general, convirtió al país en un experimento para entregar todo al "mercado libre". El resultado, como escribió recientemente el organizador Yoel Bitran en Labor Notes, fue que “las tasas de pobreza explotaron y la desigualdad se disparó, mientras que algunas personas ganaban enormes cantidades de dinero”.
Dirigentes de la CUT señalaron que había mucho en juego en las elecciones para los trabajadores [2]. Carlos Insunza, quien coordina la mesa del sector público de la federación sindical, dijo que “basta echar un breve vistazo” al programa de Kast para ver que se basa en la hostilidad a la idea misma de un sector público. Carmen Luz Scaff, vicepresidenta de Organización de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales y presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Salud Pública, agregó que una victoria de Kast provocaría “despidos, reducción de trabajadores y también persecución, especialmente del comercio”.
La campaña presidencial ocurrió mientras los chilenos están en el proceso de reescribir su constitución, un proceso que Boric apoya, pero al cual Kast se opone. La constitución actual es producto de la dictadura. Aunque Pinochet se vio obligado por la protesta popular y la presión internacional a convocar elecciones en 1989, su constitución se ha mantenido, bloqueando muchas iniciativas de políticas, incluidas varias que afectan directamente a los trabajadores y sindicatos. Como explica Bitran, “La constitución y el sistema legal actual son extremadamente hostiles a la formación de poderosos sindicatos mayoritarios”, consagrando el “derecho al trabajo” y limitando la negociación colectiva a lugares de trabajo individuales. En 2016, las reformas laborales aprobadas por un gobierno progresista fueron declaradas inconstitucionales.
En 2019, las protestas populares, incluida una huelga general de dos días convocada por los sindicatos del país, obligaron al gobierno a convocar un referéndum para convocar una convención constitucional. Los delegados a la convención constitucional fueron elegidos en mayo y comenzaron su trabajo más adelante en el año.
En la conclusión de su artículo de Labor Notes, Bitran escribió que “una nueva constitución podría abrir la puerta a una transformación radical del movimiento laboral y un mayor poder de negociación para la clase trabajadora de Chile… [y] transformar a Chile en un modelo de derechos laborales y sindicales para toda la región”.
Muchos líderes sindicales mencionaron la importancia del proceso constitucional al instar a los trabajadores a votar. Manuel Díaz, vicepresidente de Organización de la CUT, dijo “Esta no es una simple elección […]. Hoy no se trata de tener un Presidente más. Hoy se trata de dignidad. Se trata de la Constitución. Se trata de reivindicar los derechos fundamentales de los trabajadores”.