Local 203 Gana Pago por Riesgos, Medidas de Seguridad Mediante Campaña Pública
Cuando golpeó el coronavirus, el local 203 -que representa a vendedores en tiendas de comestibles en dos cooperativas de City Market- inmediatamente se movilizó en pro de un acuerdo en pro de condiciones de seguridad, incluyendo pagos de seguro. La respuesta de los jefes fue más bien trivial y hubo rechazo a negociar sobre temas de seguridad, además de la insistencia en no seguir el contrato durante la crisis.
Los laborantes trabajaron conjuntamente en reuniones, en pequeñas manifestaciones, pero vieron que esas medidas no eran efectivas y que tenían que movilizarse por otras vías. Se mantuvo contacto con la membrecía mediante mail y medios de comunicación social. Se utilizaron calcomanías con las leyendas de “nuestras vidas valen más” y con la consigna del local 203 de UE, “pagos por riesgos ahora”. Se colocaron letreros en las diferentes tiendas. Los consumidores se dieron cuenta de lo que estaba pasando y los laborantes les pidieron que llenaran tarjetas con comentarios en apoyo a las medidas que se demandaban. Los jefes comenzaron a recibir mensajes de correo electrónico y llamadas por teléfono, originadas en miembros de la comunidad.
“Estoy Arriesgando Diariamente mi Salud en Pro de Apoyar a mi Comunidad”
El local también utilizó el sistema de “peticiones por foto” en los medios de comunicación social, distribuyendo la consigna de “porque merezco el pago de riesgos”, esos eran los letreros para los miembros y con ellos se alentaba a contar historias personales para colocar también en los portales de Facebook.
Con todas esas medidas se recordaba cómo los trabajadores estaban exponiendo su salud, así como las condiciones de sus familias, con el fin de apoyar y brindar un servicio esencial a la comunidad. Se mostró cómo los trabajadores no tenían la opción de practicar el distanciamiento social y cómo ello contradecía los postulados de los “valores de cooperativa”. Se reiteraba la petición de pagos por riesgos, para trabajos esenciales en tiempos de “calamidad nacional”.
La comunidad respondió positivamente, con miles de personas participando en las fotos. Algunos de los comunicados se reprodujeron unas 120,000 veces -en un área metropolitana de cerca de 200,000 personas. Incluso gerentes de mando medio animaron a los sindicalistas a hacer más en pro de la causa que tenían; la presión estaba siendo efectiva.
La Campaña Pública y en el Trabajo Rinde sus Frutos
El 30 de marzo, se alcanzó un acuerdo mediante el cual se iba a hacer un pago de 3 dólares por hora, hasta el 2 de mayo, se tuvo retroactividad por dos semanas y la oportunidad de reabrir las negociaciones para fines de abril, estando Vermont aún en estado de emergencia. “Esta batalla fue dura de ganar”, se posteó en las páginas de Facebook, “reconocemos que esto ha sido producto del poder colectivo de negociación, y de la participación democrática de los miembros y de la comunidad respondiendo ante el llamado de la cooperativa; sin ello no hubiésemos logrado este éxito”. Se hizo notar que el pago era superior a los dos dólares por hora que tenía la mayoría de las tiendas de comestibles –“se trata del poder del sindicato que ha sido despleguado”.
Aunque la gerencia se negó a negociar sobre procedimientos de seguridad, implementaron medidas que al respecto eran demandadas por el sindicato, incluyendo escudos de protección, limitación de horarios, establecimiento de distancia social, y cambios para que los consumidores no tocaran los alimentos. Se está instruyendo a los trabajadores a aproximarse a los clientes que no estén observando el distanciamiento social, y se ha completado procedimientos y formatos para hacer que los clientes que se resistan a los protocolos de seguridad sean guiados fuera de las tiendas. El sindicato también ganó en cuanto a limitar el número de clientes que, simultáneamente, pueden estar dentro de las tiendas.
El 28 de abril, tres horas de negociación produjeron una extensión de los pagos por riesgos hasta mediados de mayo, con un extra de 15 minutos de descanso para empleados con más de seis horas de turno de trabajo. Esto fue algo adicional a los 15 o 30 minutos de descanso que se tienen en función de aliviar la tensión de usar la máscara y las condiciones de seguridad del trabajo. El 20 de mayo, el memorándum de entendimiento se extendió hasta el 13 de junio.
Solidaridad con los Trabajadores el Primero de Mayo
El 1 de mayo, el local 203 se reunió junto con otras organizaciones a fin de celebrar el Día Internacional del Trabajo con una manifestación y caravanas de carros. Cientos de personas se reunieron guardando el distanciamiento social y estando en sus propios vehículos. Se tuvo manifestaciones de solidaridad con los trabajadores que han sido impactados por la crisis del Covid-19, incluyendo trabajadores de tiendas de comestibles, trabajadores de la salud, agricultores, residentes y maestros.
Andy Decelles, quien ocupa el cargo en la Secretaría de Finanzas del local 203, se dirigió a la concurrencia que estaba en el parqueo del centro comercial, con audio de Zoom, de tal forma que se le pudiese escuchar desde los autos.
“Cuando comenzó la pandemia, la administración de City Market no hizo ningún esfuerzo en involucrar al sindicato en la planificación de las medidas”, indicó Decelles, agregando que “tuvimos que luchar por los pagos de riesgos, por los equipos PPE y las medidas de distanciamiento social. Con el abrumador apoyo de la comunidad de Burlington, fuimos capaces de forzar a la administración sobre esos requerimientos, mediante campañas con la comunidad. Demandamos que los riesgos se reconocieran, riesgos que estábamos corriendo todos los días, y se logró un pago por tales motivos, consistentes en 3 dólares por hora para nuestros afiliados”.
Luego de la manifestación, los vehículos hicieron una lenta caravana por todo Burlington, pasando por varios lugares de trabajo, incluyendo tiendas de City Market, se demostró solidaridad con la lucha de los laborantes. “La inmensa gratitud hacia la comunidad es algo difícil de describir”, señaló Meaghan Diffenderfer quien tiene la jefatura de delegados del local 203, al ver la caravana. “Tenemos tanto orgullo en servir a la comunidad especialmente en tiempos de crisis, tal como la que estamos enfrentando. Fue un gesto que llenó nuestros corazones. En tiempos como estos es necesario mantenernos unidos. Nos sentimos bien y con humildad al ver que nuestra comunidad está con nosotros a fin de sentar este precedente”.
La caravana también pasó frente a las oficinas de los grandes casa-tenientes de la ciudad; se apoyó las demandas del sindicato de arrendatarios de Burlington, en función de requerimientos sobre pago de alquileres. Culminó la movilización en el supermercado Hannaford. Una organización de agricultores y campesinos de Vermont, la Migrant Justice, está demandando que Hannaford llegue a un acuerdo sobre las peticiones de “Milk with Dignity”; un contrato que asegurará a los trabajadores los derechos en relación con las granjas que proporcionan la oferta de leche.